¿Podemos cambiar?

30 julio 2009

No hace mucho tuve una amistosa discusión con unos amigos sobre si la gente, pasada una determinada edad, puede cambiar. Me limitaré a dar mi opinión, a sabiendas que puedo equivocarme.
Mi premisa es que nadie cambia, al menos en lo esencial, a no ser que padezca una circunstancia extrema o muy traumática. Podemos conseguir empezar algún buen hábito, o crearnos más vicios de los que tenemos, pero independientemente seguiremos comportándonos y pensando de la misma forma, es decir, nuestra personalidad, para bien o para mal permanece intacta, inmutable al paso del tiempo. Por ejemplo, alguien que siempre ha sido un egoísta o egocéntrico, lo seguirá siendo durante toda su vida.

En ocasiones creemos que cambiar, evolucionar, supone un esfuerzo y un tiempo que muchas veces no nos aporta nada más que quebraderos de cabeza. Este argumento viene reforzado por el hecho de que los demás deben querernos tal y como somos, con nuestros defectos y nuestras virtudes. Alguien debería explicarles, claro, que la capacidad de la que dispone otra persona para aguantar nuestras histerias, manías, gritos, sollozos, desplantes, no es ni mucho menos infinita. O dicho de otro modo, todo tiene un límite. Peor aún resulta cuando creen que no están haciendo ningún mal, ni a los demás ni a ellos mismos. Aquí ya no hay margen de mejora, por desgracia.
Además, de nada sirven las palabras voy a cambiar, ni si quiera un pequeño intento o esfuerzo aislados en el tiempo y en el espacio. Creo que este es el único aspecto en el que el viento no sólo se lleva las palabras, sino también los gestos. Pero iré más allá, da igual que se reconozca el error, porque este nos perseguirá hasta el fin de nuestros días.

Somos capaces de cometer el mismo error más de tres veces, pero necesitaríamos más de tres vidas para tener la fuerza de voluntad para enmendarlo. ¡Lástima que sólo dispongamos de una! Ojalá fuera diferente, pero todavía no he conocido a nadie que lo haya conseguido.

6 comentarios:

MIOBE dijo...

yo no estoy del todo de acuerdo, es verdad que nuestra esencia o tendencia estara ahi, epro si que cambiamos, aprendemos a ser menos egoistas, a saber amar, aprendemos lento y con los errores, si queremos.
por eso hay personas que con la edad mejoran y otras no si es verdad lo que dices, a mi me entra una depresion que me mnuero. Quiero pensar que aprendo poco y a trompicones a ser mejor. que he conseguido escuchar mas, no ser tan obstinada mas tolerante, a amar mejor . es enlo unico que creo.

Joan Gallardo dijo...

La verdad Miobe es que estaba esperando una costestación como la tuya que me dé algo de esperanza en este sentido. Sabía al escribr que podía equivocarme porque hice mis juicios de valor en base a mi experiencia personal. No obstante yo me refería a gente que tiene una tendencia muy marcada, como muy egoísta, muy histéri@, etc. Y la verdad es que hasta el momento me han defraudado porque a pesar de pedir perdón por sus errores los siguen cometiendo igualmente. Nada está escrito o predeterminado. Aunque hojalá podamos, y lo digo de corazón.

La Guardiana Del Oráculo dijo...

Todo cambia constantemente, todo muta, todo se transforma, para mejor o para peor, si una persona por ejemplo es timida, nunca mantiene la misma timidez, o crece, o mengua, o cambía a otros estados, pero nunca es la misma, pero para cambiar una actitud, primero hay que ser consciente de ella, luego querer cambiarla, y luego querer trabajar para cambiarla, y por supuesto ponerse a ello...Yo creo en el cambio constante, aunque superficialmente todo parezca igual.
Lo que tengo claro es que el cambio es posible, parate a pensar que muchos de nuestras actitudes es por traumas, rencores o vacíos que tenemos de experiencias que nos han ido formando, posiblemente si trabajamos en ser más humanos, sn nuestra aceptación y en llenarnos de amor incondicional, e intentar ser mejores personas, el cambio está hecho...Pero no esperes que nadie cambie, sólo podemos cambiarnos a nosotros mismos, y más que cambiar, diría mejorar, ser mejor persona día a día, con nosotros, con el mundo...
Si las personas no cambiaran Joan, no madurariamos, no creceriamos, no aprenderiamos nada de la vida, de nosotros...Amplia tu mirada, y mira más allá, observa tu corazón, y mira como palpita, el daño muchas veces nos lo hacemos nosotros mismos esperando que cambien los otros...
En fin, espero que no te siente mal esta entrada, pues es una simple opinión. Que quizás no te sirva de mucho, pues mi forma de ver el mundo tambien va cambiando...Lo bueno es que cada vez me gusta más como lo veo...
Besos desde el alma

Joan Gallardo dijo...

Querida Alas de Vida, me ha encantado tu comentario, sobretodo cuando afirmas que para cambiar en primer lugar hay que tener consciencia. Esto no resulta nada fácil, hay que buscar dentro de nosotros, eliminar todas las capas de ego, todo nuestro pasado hasta encontrarnos. Al volver a leer lo que escribí me di cuenta de que hay frases muy matizables, pero bueno no se trata de cambiarlo.
La madurez para mí no tierne nada que ver con la edad ni con asumir más o menos responsabilidades, sino con encontrase a uno mismo, con llegar a nuestro verdadero YO. La mayoría se instala en la comodidad y en la seguridad, no mira más allá de su mente y eso es vivir a medias. Este es el cambio al que me refiero. No juzgo a nadie, sólo observo y saco conclusiones, nada más.

Gracias por tu comentario Alas de Vida, de verdad. Hasta la próxima!!!

India Ning dijo...

La personalidad se forja en la infancia; según la psicología es el conjunto de características físicas, sociales y genéticas que determinan a un individuo. Obviamente si se evoluciona, se cambia, pero esos cambios no tienen porqué ser radicales o extremos, y puede uno limitarse a limar asperezas de su caracter o a través de la madurez ver las cosas de otra manera.
Es difícil que a ciertas edades el que tiene mal genio lo modifique, el que es desordenado se torne un obsesivo compulsivo, el que es tímido se haga el amo del karaoke, o el que es mujeriego se vuelva un monje; posiblemente cambiar en esos términos, sea tan sólo un propósito de año nuevo que ahí se quede.
Sin duda alguna estoy contigo en que pasada esa determinada edad, no sólo no se cambia, sino que tampoco se quiere, e incluso se reafirman con más entereza según qué rasgos y convicciones. Por lo tanto tampoco debería ser justo intentar cambiar a otros.
Hay una teoría sobre los errores y las situaciones de repetición: parece ser que en el subconsciente no existe el tiempo, es decir, no hay pasado, ni futuro, y éste se se encarga -sin que nos demos cuenta- de poner una y otra vez determinadas historias en nuestra vida (sucede mucho en las relaciones sentimentales, donde aparecen continuamente patrones similares de pareja) y no es casualidad, es que el inconsciente lo busca precisamente para que seamos capaces de enmendar los errores, modificar las malas actuaciones, para subsanar los fallos. Digamos que no deja de darnos una nueva oportunidad.
Tal vez cambiar sea una utopía, pero al menos el saber de qué pie cojeamos y ser capaz de admitir nuestras carencias y defectos, sea un gran paso.

Perdón por la extensión, el tema da para esto y mucho más.

Saludos.

Joan Gallardo dijo...

India Ning: la verdad es que cuesta mucho desprenderse de todo lo que hemos ido cultivando de pequeños: el ego, la envídia, la ambición, el estatus social, el poder, etc. Pero con el paso del tiempo te das cuenta de que todas esas cosas no aportan a tu vida más que seguridad, y la seguridad no es más que una ilusión que puede desvanecerse en caulquier momento. Tienes razón cuando dices que la infancia es importante porque determina en gran medida nuestra actitud frente a la vida. Ahora bien, no estoy pidiendo a nadie que cambie, eso sería absurdo, únicamente meditar para que limen todas esas capas de timidez, ego, envídia, poder, falsa seguridad y que se encuentren a ellos mismos.

Gracias por mencionar mi blog, el tuyo también me resulta muy ineteresante.

Todo lo escrito es propio, personal e instransferible. Sólo el hecho de compartir mis pensamientos y experiencias con todos vosotros, amigos, ya es satisfacción suficiente. Gracias a todos por vuestras visitas y comentarios.