Inocencia

08 diciembre 2008



Hacía tiempo que no sentía, al menos no hasta el punto de que me nublase el pensamiento y penetrara el enorme muro de hierro que rodea mi corazón. Verte allí, tan indefensa, inocente y autentica me hizo revivir sentimientos humanos, reales, que ya creía olvidados.

Observar cómo comías, reías, llorabas fue algo fantástico que me ayudó a darme cuenta de que me queda mucho por aprender en esta vida. Sobretodo que a veces es necesario abandonar lo racional para simplemente dejarse llevar y sentir.

Nunca lo olvidaré Noa.

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