“Las lágrimas que no brotan se depositan sobre el corazón. Con el tiempo lo cubren de costras y lo paralizan como la cal que se deposita y paraliza los engranajes de la lavadora”.
Susana Tamaro, “Donde el corazón te lleve”.
Curioso el funcionamiento de la mente y del cerebro humano. Hoy es uno de esos días en los que me encuentro vacío. Salen a relucir fantasmas del pasado, heridas ya cerradas y me encuentro otra vez llorando a cada instante. Hacía tiempo que no lloraba, o mejor dicho, hacía tiempo que no lloraba tanto.
Buscando las causas he llegado a la conclusión que están dentro de mí aunque no soy el único responsable. No te culpo de que hayas sido tú quien haya catalizado todo el proceso. Creo que necesitaba llorar de verdad, en el sentido más puro del verbo.
En unos días todos estos sentimientos habrán acabado y volveré a ser feliz, hasta que vuelvan a aparecer las mismas heridas, las de siempre, las que nunca sanan (o de momento no lo han hecho) y que se esconden en algún lugar recóndito e inaccesible para que no pueda extirparlas de mi alma.
Susana Tamaro, “Donde el corazón te lleve”.
Curioso el funcionamiento de la mente y del cerebro humano. Hoy es uno de esos días en los que me encuentro vacío. Salen a relucir fantasmas del pasado, heridas ya cerradas y me encuentro otra vez llorando a cada instante. Hacía tiempo que no lloraba, o mejor dicho, hacía tiempo que no lloraba tanto.
Buscando las causas he llegado a la conclusión que están dentro de mí aunque no soy el único responsable. No te culpo de que hayas sido tú quien haya catalizado todo el proceso. Creo que necesitaba llorar de verdad, en el sentido más puro del verbo.
En unos días todos estos sentimientos habrán acabado y volveré a ser feliz, hasta que vuelvan a aparecer las mismas heridas, las de siempre, las que nunca sanan (o de momento no lo han hecho) y que se esconden en algún lugar recóndito e inaccesible para que no pueda extirparlas de mi alma.